¿QUIERES SER EL CANDIDATO PERFECTO?

Efectivamente, esta es solo una pregunta retórica, porque todos queremos ser el candidato perfecto. Si bien ese candidato perfecto no existe, podemos enfocarnos en perfeccionar ciertas condiciones que nos ayuden a tener el mejor desempeño posible.

A continuación, veremos los puntos que no debes dejar de lado para lograr este objetivo:

 Compromiso

Este primer punto tiene varias aristas. Podemos evaluar nuestro compromiso con el partido al que pertenecemos o al que planeamos representar y, esto es ¿realmente sabes qué significa postular por ese partido? Determinar ello es importante porque cada vez más son mayores las críticas que reciben los llamados tránsfugas, vistos como oportunistas por emplear el partido que les abra las puertas para poder postular. Si bien algunos subestiman el compromiso con el partido, este blog busca la excelencia para todos aquellos que desean hacer las cosas correctamente ¿cierto? Si no buscas eso, tal vez este blog no sea para ti.

También debemos destacar el compromiso con los electores ¿Tus promesas de campaña son meditadas? ¿Son factibles o meramente emocionales? En el Perú, como en muchos otros países, abunda el populismo, que no es otra cosa que decirle a la gente lo que quiere escuchar así no sean afirmaciones correctas, promesas realistas o, incluso, el mismo candidato que las presenta no crea en ellas.

 Empatía

La buena política se hace a pie. Es un trabajo que debe nacer por las ganas de cambiar una situación incorrecta o injusta. Esto involucra trabajar en constante contacto con las personas, no solo en campaña. Por lo tanto, la empatía es fundamental, porque escuchar a las personas para poder tomar decisiones sobre ellas debe ser una cuestión natural. De ahí nace el carisma, que dará sostenibilidad a una campaña adecuada. Por supuesto, un buen publicista o marketero puede vender un buen producto, un buen candidato, pero déjame decirte solo un buen empaque no es suficiente y tarde o temprano se rompe. Para transmitir este carisma, debemos de partir de nuestra propia identidad, no crear un personaje con simples apariencias políticamente correctas. El carisma que logres transmitir de forma sostenible, nacerá de tu empatía.

 Consciencia

Esto es algo tan sencillo, pero tan difícil de encontrar en la política. Debemos ser conscientes de nuestras capacidades, habilidades, conocimientos y demás atributos cognitivos antes de siquiera pensar en postular. La política está repleta de personajes que, sin hacerse una introspección, consideran que están adecuadamente calificados para el cargo que pretenden, cuando no es así. Te preguntarás cómo saber si tú estás suficientemente preparado para el cargo. Pues, podrías preguntarte qué propondrías estando en ese cargo, si sabes cómo hacer tal propuesta, cuánto conoces sobre el cargo que deseas o qué has hecho para comprenderlo. Sin embargo, también existen quienes son conscientes de su gran preparación y dejan de escuchar recomendaciones que, en algunas ocasiones son oportunas. Sin preparación o con mucha preparación, no ser conscientes de nuestros alcances y limitaciones nos hace pecar de soberbia y, en ambos casos, es complicado, por no decir casi imposible dejarse asesorar correctamente.

Estos elementos y otros, de mayor especificidad, pueden analizarse por medio de un FODA del candidato.

Deja un comentario

Scroll al inicio