MANTERRUPTION

Volvamos a las anécdotas personales. Hace dos años, aproximadamente, en mi partido, hicimos una convocatoria para asistir a una de las marchas contra la corrupción en el centro de Lima. Al finalizar, nos reunimos en la plaza para intercambiar ideas y absolver algunas dudas, porque muchos de los asistentes eran nuevos simpatizantes que tenían dudas acerca de la democracia interna del partido.

En ese momento, y después de que muchos ya habían hablado, tomé la palabra para responder precisamente a esta duda. Para ponerlos en contexto, la duda sobre la democracia interna se debía a que no siempre teníamos a los mejores personajes postulando por el partido y tocaba explicar que, por medio de la modalidad un militante un voto, la gente era la que decidía y, frente a eso, no podíamos hacer mucho, tal vez, a futuro, ser más estrictos con ciertos requisitos.

Casi inmediatamente, un personaje de aquellos que no pueden con su genio, se para delante mío, dándome la espalda, tapándome con su cuerpo, y me interrumpe dando sus agradecimientos, dejándome con las palabras en boca. Algo como:

  • Sí, sentimos lo mismo. Lo que pasa es que nosotros hacemos elecciones internas un militante un voto, entonces, las&
  • ¡Bueno, chicos, muchas gracias por asistir! Los esperamos…

Esta escena es una de las tantas escenas de lo que se denomina Manterruption que no es más que la unión de dos palabras en inglés: man (hombre) e interruption (interrupción). En otras palabras, estamos hablando de la interrupción de un hombre a la intervención o explicación de una mujer sobre un determinado tema con el fin de destacar en la conversación.

Diversos estudios revelan esta realidad, en la cual los hombres suelen dominar la conversación o tener algún control sobre la misma interrumpiendo a otras mujeres. Te dejo algunos datos:

Luego de toda explicación, ¿crees que el Manterruption es un capricho o una realidad?

Con todo lo mencionado, no pretendo decir que las mujeres siempre vamos a estar en lo correcto, mucho menos que queremos llamar la atención. Se trata de ver una problemática tangible, frustrante y desalentadora, que muchas veces se pasa por alto, pero requiere ser abordado.

Ahora se acerca una campaña electoral, donde encontraremos hombres y mujeres luchando por el voto y nos sorprenderán debates donde la interrupción será vista como una herramienta para crear una percepción de mayor conocimiento de un tema. No debería sorprendernos. Lo cierto es que tanto los hombres deberían tener mayor respeto por las participaciones de mujeres, como las mujeres deben poner en práctica este respeto con otras mujeres y, a su vez, darse su lugar.

Te dejo algunas respuestas que puedes dar si eres candidata o haces política y padeces de Manterruption en tus debates u otras participaciones. El tono dependerá del entorno de la conversación, no hay que pecar de temperamentales.

  1. ¿Cree que interrumpiéndome se parecerá más conocedor sobre el tema? (Para esos debates coloquiales donde el opositor es descortés). 
  2. Si no me deja hablar, lamento decir que esto no es un debate, sino un monólogo. (Para algún debate más alturado).
  3. ¿Terminó? Para poder hablar sin que siga interrumpiendo mi exposición. (Para debates en que el opositor pretende parecer más canchero y habla demasiado, incluso interrumpiendo).
  4. Si me permitiera terminar de hablar, tal vez podría entender lo que digo. (Nunca faltan periodistas que repreguntan buscando la confusión sin dejarnos terminar nuestra primera respuesta).

Deja un comentario

Scroll al inicio