Hace tan solo una semana, escribí un artículo con el mismo título, pero el nombre era Merino. Hoy, las circunstancias nos lleva a analizar los retos de un nuevo presidente.
Partimos de un contexto en el que el partido Morado y el presidente Sagasti gozan de reputación y aceptación de la ciudadanía. En ese sentido, la pregunta clave es ¿qué hechos y acciones de comunicación han derivado en esta buena imagen? Yo resumiría estas acciones en:
- Comunicación constante de sus integrantes por medios digitales.
- Organización de un sistema de comunicación unitario, que va desde los mensajes hasta las expresiones gráficas.
- Comunicación de oposición.
Los dos primeros puntos corresponden a una cualidad propia del partido Morado. Sin embargo, es preciso fijarnos en el tercer punto: Comunicación de oposición.
No es ningún secreto que quien se encuentra en oposición sufre un desgaste político significativamente menor a quienes ejercen el gobierno de turno. Si bien ha sido un punto a su favor, que se ha visto amplificado por su organización comunicacional, puede ser el inicio de muchos problemas.
De criticar a ejecutar: comunicación gubernamental
Viendo las publicaciones y declaraciones más exitosas de los miembros del Partido Morado, nos encontramos con mensajes de acusación hacia las acciones de otros líderes y partidos políticos.
Esto quiere decir que, en base a duras críticas y acusaciones, los miembros del Partido Morado lograron capitalizar a gran parte de la población. Aclaremos que no estamos haciendo un juicio de valor.
El reto actual consiste en que, los mecanismos que han utilizado desde su fundación ya no serán suficientes, puesto que, al ser gobierno, la responsabilidad de ejecutar ya no estará en terceros y ahora son otros quienes pueden utilizar su misma fórmula para capitalizar el sentir de la población.
Esto involucra cambiar la narrativa y el estilo de comunicación al que ya se ha estado acostumbrado y generar una comunicación gubernamental que no permita que se rompa el mito de eficiencia que construyeron en el tiempo que fueron oposición.
Muñeca política
No es difícil saber que haberse ganado una buena comunicación con la ciudadanía a costa de manifestarse contra sus colegas en el congreso, no ha sido una buena manera de ejercer esa muñeca política que hoy, más que nunca, necesitarán para poder ejecutar sus proyectos sin problemas.
Puede resultar en un grave error gestionar su comunicación externa sin un relacionamiento adecuado con otros actores políticos con representación en el congreso. Solo el tiempo dirá si se superó este problema.
Podría asegurar, casi con total certeza, que este va a ser un problema constante en la vida política del Partido Morado.
Esclavos de nuestras palabras
Hace dos días, la bancada morada sugería la opción de que Martín Vizcarra vuelva a la presidencia. Esta declaración puede no ser novedosa en tanto, durante el gobierno de Vizcarra, el Partido Morado fungió de una especie de oficialismo.
Sin embargo, es muy probable de que la situación de Vizcarra empeore en los siguientes meses. De no saber gestionar, a futuro, el apoyo que ha manifestado el Partido Morado durante todo este tiempo, incluso con la aparición de elementos contundentes contra Vizcarra, pueden caer en una crisis de credibilidad frente al riesgo de verse vinculados con un personaje altamente cuestionado.
Por supuesto, hoy muy pocos consideran esta una preocupación, ya que aún el expresidente goza de gran aprobación.
Comunicación online
Creo que el partido morado como tal, corre el riesgo de confundir su popularidad actual, en gran medida, gracias a las redes sociales, con intención de voto.
El mundo de las redes puede nublar el alcance real que tienen nuestros logros políticos en el mundo offline. Si continúan confiándose en que este es EL medio de comunicación descuidando una labor política de base, sumado al desgaste del gobierno que les toca manejar, podrían no pasar la valla las siguientes elecciones (algo que parece imposible, hoy en día).